A la hora de realizar una reforma integral, hay que planificar hasta el último detalle de la reforma de electricidad. Un punto muy a tener en cuenta es el cuadro de contadores.
En algunas instalaciones, junto al cuadro está el contador que registra el consumo de corriente. En otras instalaciones los contadores se encuentran en otro lugar de la vivienda.
Normalmente, cuando vienen a “leer el contador”, es suficiente con entrar en el cuarto de la comunidad. De esa manera, no tienen que entrar a cada unode los pisos (ahorrando las molestias a propietarios o inquilinos).
El cuadro de la electricidad, lo que antes llamaban “los plomos”, es una medida de seguridad que se instala en cada casa, local, almacén, etc. En él hay un interruptor para interrumpir la corriente eléctrica. También tiene unos fusibles para cada fase o línea, gracias a la cual se establece el circuito eléctrico en la instalación.
¿Cómo realizar una reforma correcta de los cuadros de contadores?
Estos fusibles o cortacircuitos tienen la misión de fundirse o desconectarse en el caso de producirse en la instalación eléctrica una sobrecarga de consumo. De esta manera, también protegen de cortocircuitos o cruces que se puedan producir en la instalación, o en los aparatos que se conecten a ella.
Existen varios motivos por los que puede producirse un cortocircuito. Es habitual que se produzca porque se produzca un puente entre conductores: cualquier objeto metálico (un cuchillo, tijeras, etc), o la propia humedad que cree un charco, por ejemplo, puede producirlo. Por eso, además de realizar una instalación precisa del cuadro de contadores, hay que asegurarse de que toda la instalación eléctrica se encuentra bien aislada, y perfectamente protegida.
Los fusibles o cortacircuitos protegen a toda la instalación cuando saltan. De esa manera evitan daños mayores, e incluso incendios.
Para que este daño quede limitado a nuestra instalación, los cortacircuitos o fusibles deben estar calibrados de acuerdo con la intensidad de aquélla, pues de no ser así y darles un margen superior, ocurriría lo que antes hemos dicho: el percance se produciría en la instalación general siendo un problema mucho mayor. Todos los fusibles o cortacircuitos llevan indicados la tensión correspondiente a nuestra instalación expresada en voltios y la intensidad que pueden soportar expresada en amperios.
Si se produce, pues, un cortocircuito o una sobrecarga, nuestros fusibles o cortacircuitos se fundirán o desconectarán y será preciso cambiarlos o reponerlos por unos nuevos. Por ello, es necesario disponer de recambios que respondan exactamente a las condiciones específicas de los que hay instalados para que todo vuelva a funcionar correctamente.
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