¿Qué es el ladrillo?
El ladrillo es el elemento de construcción principal para cualquier reforma de vivienda. Normalmente fabricado a través de un material cerámico y con forma rectangular, permite construir muros de separación entre estancias y aislar la vivienda del exterior de una forma eficiente y económica.
Ventajas del ladrillo
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Alta resistencia y durabilidad. Las excepcionales prestaciones físicas de los ladrillos permiten una vida útil muy larga y sin tener costes de mantenimiento.
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Elevadas prestaciones técnicas. Algunas de sus características son su capacidad hidrófuga, una elevada capacidad de carga, un alto eficiencia térmica y acústica y su buen comportamiento ante un incendio.
Desventajas de las puertas correderas
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Para su uso y colocación requiere de una mano de obra cualificada, para que los resultados sean óptimos.
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Alto desperdicio. Durante el proceso de colocación, es normal que muchas piezas se rompan o desaprovechen a la hora de ajustarnos al espacio que se debe cubrir.
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Alto peso. A la hora de usarlo deberemos tener en cuenta la capacidad de carga de una estancia, ya que el ladrillo es bastante pesado.
¿Qué tipos de ladrillos existen?
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Ladrillo tradicional. Este tipo de ladrillo no tiene agujeros, se solía usar para zonas que necesitaban una alta durabilidad, aunque en la actualidad es muy poco usado.
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Ladrillo macizos perforados. Los huecos de este tipo de ladrillo también llamado King Kong, permiten que se rellene con mortero o cemento dándole una mayor resistencia sin un peso muy elevado. Son usados para zonas donde requieren una alta capacidad de carga.
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Ladrillos huecos. Son ladrillos tienen perforaciones horizontales, lo que le da mayor ligereza, pero también reducen la capacidad de carga. Son utilizados en tabiques que no soportan cargas estructurales.
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Ladrillos de cara a vista. No tienen poros, lo que lo hacen muy resistentes al agua y a las bajas temperaturas. Son estéticamente más cuidados para su uso a la vista tanto en interiores como para fachadas.
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Ladrillo refractario. Disponen de una textura lisa y homogénea y son usados en hornos o chimeneas, ya que permiten rebotar el calor que les llegan, logrando unas temperaturas mayores en el interior de estos elementos.