¿Qué es el zócalo?
El zócalo también es llamado rodapié. Son piezas que se colocan en la parte inferior de la pared, en la intersección con el suelo.
Existen zócalos de muchos materiales, pero los más habituales son los de madera y los de cerámica.
Generalmente se usa uno u otro en función del material del suelo. Suelos de madera suelen instalarse junto con rodapiés de madera, y suelos cerámicos suelen instalarse con rodapiés cerámicos, pero no siempre tiene por qué ser así.
¿Cómo instalar un zócalo correctamente?
A la hora de instalar un zócalo, hay que seguir una serie de pasos para que el resultado sea perfecto.
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Es muy importante realizar unos cortes limpios para instalar bien el rodapié. La idea es que las juntas se noten lo menos posible.
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En las esquinas, lo ideal es realizar los cortes a inglete.
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Los zócalos o rodapiés, cuando son de madera, suelen ir directamente clavados a la pared.
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Para clavarlos, es importante realizar el trabajo con una máquina neumática, y clavos finos. De esa manera se verán lo menos posible.
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También pueden ir pegados a la pared, si ésta dispone de un buen agarre y está completamente nivelada. Para eso, antes de instalar el zócalo, es importante ver que la pared está en buen estado, y no presenta irregularidades, o “tripas” muy acusadas.
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Una vez instalado, si se desea, se puede aplicar masilla a la parte superior, para que quede más integrado con la pared. No aconsejamos el uso de siliconas, ya que con el tiempo se oscurecen y agarran mucha suciedad. Mejor masilla que se pueda pintar.
Son muchos los factores que diferencian un buen rodapié de uno malo. Pero, principalmente la calidad la determina el material, y la altura del zócalo (generalmente, cuanto más alto, más aspecto de lujo ofrece).
Hay mucha diferencia entre un rodapié bien instalado y uno que no lo está. Tanto en estética, como en la durabilidad del mismo. Por eso, aconsejamos siempre acudir a profesionales para realizar este tipo de trabajos.
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